Una novia guapa

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Las novias siempre están guapísimas. Bueno, todas las novias deberían estar siempre guapísimas en el día de su boda. ¿Os imagináis esperando en el altar a una novia fea? Pero aún, ¿os imagináis que sois esa novia? Sólo en la peor de vuestras pesadillas.

Hay mucha presión en la novia. Todo el mundo te va a mirar el día de tu boda. Todas las personas a las que quieres van a comprobar cada detalle en ti: desde las joyas hasta los zapatos, maquillaje, pelo, estilo, vestido, ramo, etc. Así que antes de dar el gran paso tienes que estar segura de que vas a estar más guapa que nunca. A medida que lees numerosas revistas de novias o que navegas por portales de bodas, una enorme lista de belleza se elabora en tu cabeza: dieta, estilo, maquillaje, spa, pelo, tratamientos excesivamente caros e incluso cirugía plástica. Sólo si pasas por todo esto lograrás escuchar las palabras mágicas: "¡Estás impresionante!"

Mientras, el novio se relaja. Él sólo deberá estar impecablemente afeitado y bien peinado. Aun así, nadie le mirará de la misma forma en que todos observarán a la novia. El caso es que ¡oh no! ya empiezo a sentir esa presión. ¡Hay tanto por hacer! ¿Cuándo y por dónde empiezo?

Bueno, ya lo pensaré mañana. Mientras me despediré del pan, del chocolate y del azúcar.