miércoles, septiembre 13

Las cosas pasan

Muchos os estaréis preguntando acerca de mi silencio las últimas dos semanas. La verdad es que como una premonición, mi último artículo hablaba de la ruptura de un compromiso. El día después de publicarlo rompí el mío.
Tan triste como es me resulta muy complicado hacerlo público. Pero debo hacerlo por dos razones. En primer lugar me gustaría decir que seguimos juntos y que toda la presión que se ha puesto sobre nosotros para romper el compromiso ha convertido nuestro amor en algo mucho más fuerte —si eso era del todo posible.

Además, y sobre todo, me gustaría dar las gracias a mi familia y a mis amigos, quienes han estado a mi lado estos días. Me han llamado más que nunca, no me han dejado un minuto sola, me han sacado de casa, me han dicho a cada minuto que hiciese lo que hiciese estarían a mi lado. Es una pena que a veces estas cosas malas tengan que ocurrir para que nos demos cuenta de lo que tenemos.

Sin vosotros me seguiría sintiendo miserable. Estoy sinceramente agradecida de teneros. Puedo gritar a todo pulmón que tengo los mejores amigos y la mejor familia del mundo.

Gracias.