miércoles, agosto 16

Mudanzas (2/2)

Allí estaba yo, en Madrid por fin, en mi nuevo hogar dulce hogar viviendo con una vieja amiga aunque muy nueva como compañera de apartamento. Sólo nos llevó dos semanas estropearlo todo, hecho que provocó una nueva mudanza (La tercera desde que empezó esta historia). Algunos de nuestros amigos ya esperaban que esto pasara; ¡un grupito incluso había apostado al respecto! La próxima vez, amigos, prefiero un poco de consejo :-) Quizás seguiría buscando un compañero de piso pero probablemente mantendría una vieja amistad.
De todas maneras, mi nueva experiencia como compañera de piso fue mucho mejor. Por aquel entonces Tomás, uno de los mejores amigos de Enrique estaba viviendo en Madrid por lo que decidimos mudarnos juntos (4). Poco después pensamos que podríamos encontrar un piso mejor y más barato, así que eso hicimos (5). Tras aquello la compañía para la que trabajaba me pidió que me mudara a Suiza, a lo que accedí. Como Tomás tenía que vivir sólo de nuevo decidió buscar por un apartamento más barato; así, mientras que él lo encontró yo me mudé a casa de una amiga por dos meses antes de marcharme (6).

Hice las maletas y me mudé a Horgen, Suiza, (7) donde pasé 10 preciosos meses antes de que me ofrecieran un nuevo puesto de trabajo en Buenos Aires. De nuevo dije sí (8). 4 meses después me transferían de vuelta a Madrid(9). Entonces me di cuenta de que llevaba 3 años fuera de casa y que no podía vivir sin Enrique (quien se había quedado en Barcelona entre tanto ajetreo). El pasado mes de septiembre volví a Barcelona, lo que suma 10 mudanzas, aunque no se trataba de la última.
Desde entonces las circunstancias me han ido desplazando entre el piso de mi madre y mi estudio. El mismo estudio que compré a los 23 y el mismo estudio que ahora quiero vender. Sí, naturalmente pienso en mudarme de nuevo. Quiero vender mi estudio para que Enrique y yo podamos comprar uno mayor para mudarnos juntos, ¡por fin!. Es curioso cómo el estudio nunca lo sentí como mi hogar, y cómo ahora me está costando venderlo. En realidad, es es el lugar que junto a otros preciados recuerdos guarda los relacionados con el principio de mi independencia y con el momento en el que nos comprometimos, así, el principio de dos etapas muy importantes en el transcurso de mi vida.